China y la seguridad alimentaria en Cuba
19 de diciembre de 2023
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l pasado 12 de diciembre de 2023 algunos medios de prensa
se hacían eco de una donación de alimentos por parte del gobierno chino en la provincia de Artemisa, al oeste de La Habana. En el acto oficial de entrega participaron el embajador chino en Cuba, Ma Hui, y la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en la provincia, Gladys Martí. El donativo incluye productos básicos como arroz, aceite, harina de trigo y leche; los cuales, en principio, deben ser distribuidos en centros hospitalarios y a familias en situación de vulnerabilidad.
No es la primera vez que el gobierno chino, uno de los principales aliados del Estado cubano, hace importantes donaciones de alimentos o maquinaria tecnológica y agrícola para intentar contrarrestar la profunda crisis de producción que tiene la Isla; recrudecida aún más en los últimos años gracias a las ineficientes políticas económicas y de la industria alimentaria.
Apuntes históricos
El 3 de junio de 1847 llegó a La Habana el primer cargamento con 206 chinos a bordo, procedente de Xiamen, de donde habían partido el 2 de enero. Una semana después, arribaron otros 365. De esta manera, iniciaba el contacto a gran escala entre los pueblos chino y cubano. A partir de este momento, las relaciones entre ambos países han sido ininterrumpidas, con momentos de más o menos acercamientos.
Si bien en el siglo XIX estas relaciones tuvieron un carácter marcado por el colonialismo español, donde los migrantes chinos fueron explotados en condiciones semiesclavistas, en el siglo XX entraron en una nueva dimensión.
La migración china en Cuba, a principios del siglo XX, estuvo impulsada por diversos factores, como la mejoría económica del país y el hecho de que los migrantes eran recibidos por paisanos, amigos o parientes que ya vivían en la Isla. Por otra parte, muchos vinieron contratados por los hacendados o por las compañías azucareras estadounidenses para trabajar en el azúcar.
Con el Triunfo de la Revolución cubana en 1959, las relaciones entre ambos países tomaron un rumbo diferente. Se produjeron intercambios de delegaciones de alto nivel y los principales dirigentes cubanos visitaron China a inicios de la década de 1960. En esos primeros años se firmó el Primer Acuerdo de Cooperación Económica y Tecnológica, y China le otorgó a Cuba el primer crédito gubernamental por un valor de 40 millones de dólares, sin intereses, para adquirir productos en el mercado chino.
Luego, en 1988, se estableció la Comisión Mixta Intergubernamental para las Relaciones Económicas y Comerciales. Un año más tarde, hubo un intercambio de visitas de los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países. En 1993 y 2001, Jiang Zemin visitó Cuba; mientras en 1995 y 1997, Fidel y Raúl Castro eran acogidos en la nación china, respectivamente.
Perspectivas actuales
A partir de los años 2000 se produjo un aumento considerable en el intercambio comercial. El gobierno chino le otorgó a Cuba financiamientos comerciales y concedió facilidades para liquidar la deuda acumulada. También hubo un incremento sustancial de los créditos y facilidades financieras otorgados por China a Cuba. En 2006, se dio un techo financiero de 1 800 millones de dólares para cubrir operaciones de corto, mediano y largo plazo, lo cual permitió desarrollar amplios programas sociales y de reanimación económica. China se consolidó como un apoyo para el desarrollo económico de Cuba, ampliándose los intercambios económicos y comerciales.
Las relaciones económico-comerciales bilaterales actualmente son sólidas y se sustentan en la confluencia de sistemas políticos afines, aunque bajo reglas de juego marcadas por las prácticas del comercio internacional. Sin embargo, China tiene una amplia variedad de exportaciones a Cuba; sobre todo, locomotoras, autobuses, productos textiles, calzado, productos agrícolas y electrónicos, entre otros.
Inversión en infraestructura agrícola
La relación entre ambos países ha tenido un impacto significativo en el ámbito de la agricultura y la alimentación en Cuba. La transferencia de conocimientos y tecnología agrícola ha sido una característica destacada de la cooperación entre los gobiernos chino y cubano. Dado su propio éxito en la modernización agrícola, China ha compartido prácticas y métodos avanzados con la Isla, incluyendo la implementación de técnicas para aumentar la productividad y la sostenibilidad en el cultivo de alimentos.
A pesar de que en la mayoría de los campos del país aún hoy, en 2023, los campesinos se ven forzados a trabajar en condiciones tecnológicas precarias, ha desempeñado un papel crucial en la poca modernización que existe en los sectores clave de la infraestructura agrícola. A través de acuerdos de cooperación y asistencia técnica, China ha contribuido al desarrollo de sistemas de riego, maquinaria agrícola, tecnologías de cultivo y métodos de producción eficientes en sectores como el tabaco y el arroz.
La agricultura urbana ha sido otra área de influencia china en Cuba. Inspirados por los modelos chinos de agricultura urbana, que han demostrado ser efectivos para abordar la seguridad alimentaria en entornos urbanos densamente poblados, Cuba ha adoptado prácticas similares para fomentar la autosuficiencia alimentaria local en zonas urbanas. Sin embargo, esta es aún muy deficiente, aunque con la crisis alimentaria actual, muchos cubanos se han visto obligados a incursionar en la agricultura no solo urbana, sino en cualquier pequeño pedazo de tierra en un jardín o patio pequeño.
Como señala Abraham Jiménez Enoa:
“[…] en los últimos años la relación entre ambos también se ha fortalecido por la estrategia de China para expandirse económicamente a nivel global a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, una red de infraestructuras y comunicaciones marítimas y terrestres para facilitar el comercio entre China y el mundo.
En 2019, Cuba apostó por sumarse a ‘La Franja y La Ruta’ para darle un poco de aire a su economía en aprietos. De esta manera, China pasó a ocupar el primer puesto como socio comercial de la Isla desde 2017, año en que los dos países intercambiaron alrededor de US $ 1 800 millones en bienes. Cuba importó US $ 1 350 millones, principalmente productos eléctricos, y exportó US $ 379 millones, mayormente en azúcar crudo y níquel”.
A pesar de la gran inversión en la infraestructura agrícola y productiva de China en Cuba, esta no ha tenido un impacto consecuente en la producción real de alimentos y la satisfacción de las mesas de los cubanos de a pie. Por este motivo, el gobierno chino a menudo hace grandes donaciones de alimentos a la Isla, como las 5 000 toneladas de arroz donadas en marzo de 2022, reportadas por el medio CubaNoticias360.
Conclusiones
A medida que China continúa desempeñando un papel activo en la cooperación agrícola y alimentaria con Cuba, es fundamental considerar cómo estas influencias y contribuciones pueden dar forma al futuro de la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola en la Isla. A través del intercambio continuo de conocimientos, tecnología y recursos, se espera que Cuba pueda seguir desarrollando una base sólida para su sustento alimentario a largo plazo.