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La crisis no distingue especies

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25 de enero de 2022

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resulta una tarea titánica, teniendo en cuenta que las necesidades y el sufrimiento son innumerables. Y no solamente hablamos de crisis sostenidas en el tiempo, como las que se producen en contextos con economías deprimidas como el mal llamado “Periodo especial en tiempos de paz” de Cuba en los noventas, sino también crisis sanitarias con impactos económicos y sociales como el COVID-19 en el año 2020 en casi todos los países del mundo.

 

Pero las crisis no se viven igual en todos los países y más aún si se tiene en cuenta que la pandemia llegó en contextos donde ya se estaban viviendo dificultades estructurales, de tal manera que se vivió una “crisis dentro de la crisis”. Hecho que llevó a situaciones verdaderamente dramáticas a la población de países como Cuba, que forzados por las circunstancias debían racionar los alimentos, aún más de lo que ya venían racionando desde años atrás, pero y ¿qué pasa con otras especies? sobre todo en un contexto de aislamiento en el que se convierten en soporte emocional y principal compañía.

 

Y es que en contextos en donde la escasez de productos es lo común, las personas humanas no son las únicas que sufren los embates de la falta de alimentos y medicamentos, sino que otros seres sintientes también viven y de manera realmente dramática esta situación. Si los animales en medio de las crisis comían las sobras de la casa; qué van a comer cuando ya no hay sobras y cuando el alimento es limitado hasta para los mismos humanos. Ciertamente, su lugar pasa a un segundo plano y por ende su situación alimentaria y de salud es aún más crítica.

 

Aun así, en medio de las dificultades en las que se vive en Cuba, son muchos los que asumen como miembros de la familia a estas otras especies, y por ello buscan alimentarles a costa de su propio bienestar. Pero cuando la situación llega a extremos, algunas se ven en la necesidad de dejarles salir para que busquen su alimento o de abandonarles para reducir las bocas de la casa, lo cual les expone a ser recogidos por el Estado y que de acuerdo con lo dispuesto para “el control de poblaciones callejeras” puedan ser sacrificados.

 

Adicional a esto, varios casos se han documentado sobre el sacrificio de animales o su uso para rituales, por lo que esta salida además de crítica, resulta dramática. Así lo han entendido las personas animalistas dentro de Cuba que se han enfrentado a la inacción del régimen y a las posturas recalcitrantes de un partido anacrónico, que privilegia los intereses de la clase política y no logra identificar un verdadero progresismo en la defensa de los derechos de los animales y la igualdad de especies.

 

No resulta suficiente con la subrepticia aprobación del Decreto-Ley de Bienestar Animal publicado por el Consejo de Estado el 10 de abril de 2021, si se tiene en cuenta que los avances siguen manteniendo los negocios de los mandamases del partido y la justicia es selectiva con aquellos que no comulgan con el régimen. Aunque allí se establecen multas “por las contravenciones del bienestar animal”, animalistas han manifestado que la seguridad del Estado ha envenenado a sus animales como una acción inhumana de reprensión y ninguna persona ha recibido algún tipo de sanción, además, la misma Ley es insuficiente porque excluye los ritos asociados al patrimonio cultural de Cuba de lo sancionable dentro de violencia contra los animales.

 

En este sentido, un contexto de crisis en el que la Ley es selectiva y no logra garantizar de forma autentica los derechos de todas las especies, su desprotección es total y su vulnerabilidad crece con las necesidades de la población. Es difícil culpar o señalar a una familia por no alimentar a sus animales, mientras hijos o adultos mayores también deben padecer graves limitaciones y muchas veces se deben saltar comidas para poder rendir los alimentos. Aquí la responsabilidad es de un régimen indolente que pone a elegir entre los miembros de una familia, sin importar especie, a quién se debe alimentar.

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riorizar los problemas y la población en medio de las crisis 

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