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Nota de PRENSA

Nota de prensa N° 16- Food Monitor Program

La Habana, 27 de noviembre de 2023

Entre el 15 y el 17 de noviembre se celebró en La Habana la XXIV edición de la Conferencia de Directores Iberoamericanos de Agua (CODIA). En el marco de la aceleración del Objetivo de Desarrollo Sostenible No.6: Agua limpia y saneamiento, los 18 países participantes siguieron una agenda centrada en la mejora de la calidad del agua y el tratamiento de las residuales.

 

A propósito de la ocasión, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó un comunicado donde promocionó la gestión adecuada de recursos hídricos en la Isla, y agregó que tal propósito se incluye en los programas para la seguridad alimentaria de esta nación, con el que las Naciones Unidas (ONU) colabora. Cuba, que ocupa la Presidencia Protempore de CODIA, ha recibido colaboración estrecha del Programa Hidrológico Intergubernamental de la UNESCO para América Latina y el Caribe, y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Su presidencia en dicha conferencia se soporta en los directivos del Fondo de Cooperación de Agua y Saneamiento de España y de la Secretaría Técnica de la CODIA. Otro interlocutor importante en esta gestión es la Oficina de Cultura para América Latina y El Caribe, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

 

En la conferencia, las autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), repasaron la guía de planificación hidrológica, donde Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del instituto y promotor del evento, aseguró que la experiencia discutida “ayudará a mejorar la calidad de vida de millones de personas”, así como su confianza para “consolidar las articulaciones, resultados e iniciativas”. Además, propuso “aprovechar las experiencias individuales y colectivas para la toma de decisiones de los gobernantes”.

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La sugerencia de resistencias y experiencias individuales ha sido un recurso discursivo al uso de las autoridades cubanas en medio de la grave inseguridad hídrica que aqueja al país. Desde hace varias décadas, el abasto de agua potable en Cuba viene resultando un grave problema. Diversos estudios sitúan la media nacional per cápita en 1 220 metros cúbicos al año, lo que de por sí representa un bajo volumen por habitante, teniendo en cuenta que solo la producción de los alimentos necesarios para satisfacer las 2 500 kcal que requiere una persona a diario consume 3 000 litros. Según encuestas de FMP el 90% de los cubanos necesita almacenar, hervir y filtrar el agua que recibe en sus hogares, el 93% ha experimentado eventos de intoxicación por su mala calidad, el 94% no tiene acceso a agua potable en sus centros de trabajo o estudio.[1]

 

De tal manera, la inseguridad alimentaria se ve actualmente afectada por la inseguridad hídrica en el país, potenciada por la falta de infraestructura y de inversión, las pésimas condiciones de las vías y turbinas, la inestabilidad en el suministro y la falta de recursos de los cubanos para lograr un procesamiento y almacenamiento adecuado. Por tanto, FMP alerta sobre las precarias condiciones de acceso a agua potable y pide a las organizaciones internacionales involucradas, mayor seguimiento y revisión de las políticas aplicadas en este terreno.

 

[1] https://www.foodmonitorprogram.org/especial-de-seguridad-hibrida

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